En la previa Ariel Martínez venía haciendo un buen trabajo con el Chevrolet N° 42 atendido por el Rodrigues Competición. Los tiempos venían siendo positivos antes del inicio oficial de la primera fecha del año de la Clase A del Procar4000 en el Circuito 7 del Gálvez pero la rotura del motor lo complicó tanto el sábado como el domingo y lo dejó sin poder conseguir el resultado esperado.
El piloto de Ramos Mejía tenía las mejores expectativas para el debut pero el automovilismo tiene estas cosas. Varias veces no entiende de merecimientos pero si es concreto que, como todo deporte, te da la posibilidad de reivindicarse y tomarse revancha. Es lo que buscará Martínez en la próxima fecha cuando se reactive la actividad, hoy suspendida por la pandemia del Coronavirus COVID-19.
“Me sentí muy cómodo con el auto y la categoría. Se nota que el Procar4000 tiene un equipo de primera”, fueron las primeras sensaciones de Ariel Martínez sobre lo que se encontró en la categoría.
“Hasta el viernes venía bien con tiempos para estar ubicado entre los de adelante pero el sábado a la mañana apenas salí a pista se rompió el motor. Eso me privó de entrenar y clasificar. El domingo largué último la serie y el motor que puso el equipo empezó con problemas de temperatura asa que tuve que levantar, cuidando todo y tratando de llegar cuidando todo”, analizó el de Ramos Mejía sobre lo ocurrido el fin de semana de carrera.
“Después para la final Marcelo Rodrígues cambió el radiador pero de nuevo se calentó derivando a la rotura del motor. Ahí se terminó el fin de semana. Una lástima porque en la previa había funcionado todo bien pero así son los fierros. Esperemos que la actividad vuelva pronto para tener revancha en la próxima competencia”, cerró el piloto de zona oeste.
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